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Regalos de navidad diferentes

Regalos de navidad diferentes

Hace una semana estuve en Radio Sabadell hablando de regalos sin plástico y diferentes. Fue una encerrona (cariñosa) de mi amiga Teresa y la Cooperativa El Rodal, y me lo pasé genial. La verdad es que fue una conversación muy chula en la que salieron un montón de ideas para hacer regalos diferentes y pensar un poco en lo que queremos conseguir.

A mí la Navidad me encanta, pero no es mi época favorita para hacer regalos. De hecho, todo el tema de los regalos es algo que me estresa bastante. Hace años me estresaba porque siempre eran un golpe mortal a nuestro presupuesto mensual y ahora que lo del presupuesto más o menos lo hemos solucionado, me sigue estresando la cantidad de tiempo que paso por ahí haciendo cola y sin tener ni idea qué comprar. Prefiero mil veces hacer regalos durante el año cuando veo algo que le puede gustar a uno de mis amigos o a alguien de mi familia, o cuando se me ocurre una actividad que podamos disfrutar juntos.

Pero lo cierto es que una parte importante de la Navidad son los regalos. Y todos los años, el siete de enero, me pongo un poco nerviosa al ver la cantidad de desperdicios que generan las fiestas. Son esos días en los que todos llevamos a los contenedores muchísimo más papel y plástico que el resto del año. Y me parece una pena.

Así que me gustaría hablar y reflexionar un poco sobre los regalos y el arte de regalar, y ofrecerte algunas alternativas e ideas. Y, si se te ocurren otras cosas, me encantaría que las compartieses conmigo. Podemos usar el hashtag #regalarsinplástico si quieres.

¿Para qué regalamos?

Hay muchos regalos que son típicos, que son una convención social. En Navidad, en los cumpleaños o para ciertos momentos importantes de la vida, nuestra manera de demostrar cariño y amor es hacer un regalo. Y a mí me parece muy bonito. Me encanta hacer regalos.

Pero la verdad es que hay veces en las que parece que el regalo es el fin en él mismo, porque regalamos por compromiso o porque es lo que toca. Y es una lástima. Porque yo creo que los regalos son una oportunidad estupenda para enseñarles a los demás que los apreciamos, que nos gusta estar con ellos, que los escuchamos y que los conocemos.

Piensa bien en la persona a la que le quieres regalar algo. ¿Qué es lo que más le gusta? ¿Qué valoraría? ¿Qué hace años que decís que vais a hacer cuando podáis? ¿Qué es lo que siempre ha querido hacer? ¿Cuál es su actividad favorita? Un regalo es para hacer feliz a la persona a la que se lo hacemos. Y en eso nos tenemos que concentrar.

Vamos a ver algunos regalos que no son los típicos, pero que son alternativas estupendas, diferentes y muy centradas en la persona que los recibe.

Regala experiencias

Uno de los regalos que me gusta mucho hacer son las experiencias. También me gusta que me los regalen a mí, especialmente ahora que somos minimalistas en ciernes. Ya sabéis, lo típico: entradas para un concierto, el cine, el teatro o un museo, cenas, cursos…

Pero a partir de eso podemos hacer un regalazo increíble si lo vamos complicando. En el programa de radio, Pere Gallifa contó que, como ahora no se puede viajar, había regalado cenas de restaurantes de diferentes países para viajar sin salir de casa. Puedes hacer una noche temática si regalas entradas para ver una peli, por ejemplo, ambientada en los años 50 en Estados Unidos y luego una cena en un restaurante retro. Ahora que estamos en confinamiento, puedes ver la peli en casa y que te traigan una cena gourmet. O imagínate: entradas para una exposición o una feria de cómics, una peli de anime y una cena de ramen.

¿Qué tal si compartes la experiencia? Es decir, no regalas solo la experiencia, sino también hacerla juntos. A tu madre, que hace años que quiere hacer un curso de cerámica, se lo regalas, pero también te apuntas con ella para que la experiencia sea, además, hacerlo juntas y después ir a tomar un café o una cerveza. ¿Haces un curso de jardinería con tu padre? ¿Acompañas a tu hermana a ese concierto al que, si no, iría sola? ¿Una cata de vinos con tu amiga? ¿Un curso de italiano con tu primo? ¿Bailes de salón para todo tu grupo de colegas? Para mí, regalar algo que suponga pasar tiempo juntos es casi lo mejor que puedes regalar, porque regalas tu compromiso de verte con esa persona y hacer cosas juntos durante un tiempo. Al final, como comentábamos en el programa, ahora que hemos pasado tanto tiempo metidos en casa, lo que más hemos echado de menos es estar con la gente que queremos, ¿no?

Regala rutinas

Quizá este sea mi regalo favorito, porque creo que para regalar rutinas tienes que conocer muy bien a la persona a la que se lo vas a regalar.

Mi madre, este curso escolar, me ha regalado la rutina de hacerme la comida de los martes. Es un día que no tengo que preocuparme, porque ahí viene ella con sus canelones, sus lentejas o sus tortillas, nos da de comer y yo tengo tiempo para trabajar un poco más, hacer recados o tumbarme en el sofá a no hacer nada. Mi madre me cubre.

Regálale a la gente que quieres eso: la rutina de desayunar juntos todos los viernes, o de comer el segundo jueves de cada mes. Regálale a tu hermano o a tu amiga, que tienen niños, un canguro al mes. Diles que el primer martes de mes (¡o todas las semanas!) tú te ocupas de los niños y los llevas a las extraescolares para que ellos puedan tener una tarde libre. Comprométete a ser el padrino de natación de tu sobrino y llévalo tú siempre. Enséñale a tu amiga, esa que hace tiempo que te insiste, a tejerse un chal. Acompaña a tu tía a hacer la compra una vez a la semana, o llévale la leche y las conservas cuando vayas tú a comprar. Regálale un libro a tu sobrino o a tu abuela y no dejes que lo lean si no estáis juntos.

Estos regalos me parecen regalos para todos. Es decir, son para la gente que los recibe, pero también son regalos para ti, porque vas a pasar más tiempo con ellos. Y realmente pueden ser cualquier cosa. Tú conoces a tu familia y a tus amigos mejor que nadie y seguro que se te ocurren más cosas, pero crear rutinas o tradiciones es una de las cosas más bonitas que hay y te aseguro que la persona que reciba tu regalo se va a acordar siempre de él.

Regala ayuda

Estos también son regalos que me gustan muchísimo y que creo que, si se llevan a cabo, son regalos superchulos que no deberíamos hacer únicamente en Navidad.

¿Sabes que tu madre lleva años diciendo que algún día ordenará el trastero? Regálale ordenarlo juntas. Pon fecha y dile que el fin de semana X lo vais a arreglar. Lleva velas, buena música, algo rico para comer y ayúdala a ordenarlo de una vez. ¿Tu hermano quiere pintar la casa y no encuentra el momento? Queda con su mejor amigo y organiza una fiesta de pintura. Ayuda a tu padre a montar el huerto que hace tiempo que quiere hacer y no sabe por dónde empezar. Busca información en internet y ayuda a tu amiga a aprender a peinarse o maquillarse. Monta una brigada de limpieza para los amigos que se acaban de comprar un piso.

Puedes convertir casi cualquier tarea en una fiesta que también sea un recuerdo impresionante para la persona que recibe el regalo. Con una caja de cerveza, un poco de comida y música, todo es muchísimo más divertido.

Regala suscripciones

Sí, claro, están las típicas de música, cine y videojuegos, que son regalos estupendos, pero también puedes darle un par de vueltas a la idea y regalar otro tipo de servicios. Por ejemplo, puedes hacer a tu amigo socio de la cooperativa agraria más cercana a su casa, lo puedes apuntar al centro cultural del barrio o lo puedes hacer socio del cineclub o de la protectora de animales. Hay un montón de asociaciones que distintas y seguro que hay alguna que a la persona a la que le vas a hacer el regalo le hace tilín.

Regala el sudor de tu frente 🙂

No todo el mundo es digno de recibir regalos hechos a mano, pero hay personas que sí que merecen algo a lo que le hayamos dedicado un montón de horas. Para mí, estos regalos son ideales para hacer durante el año y porque sí, porque para Navidad exigen mucha planificación y yo me estreso con facilidad, pero, si eres una persona organizada, los regalos hechos a mano para Navidad son un lujo por la cantidad de horas que les dedicas.

Evidentemente, puedes regalar algo tejido. Este año yo he empezado a hacer gorros y mitones para mis compañeros de trabajo y mis clientes, por ejemplo. No sé si les gustarán o los usarán, pero para mí no hay nada que diga tan claramente: «he estado horas y horas pensando en ti».

Pero hay otras cosas que puedes hacer. Por ejemplo, un libro de fotos o un calendario. Puede ser muy profesional y estar bien maquetado e impreso en papel estupendo o puedes hacerlo de manera más artesanal en casa, con papeles bonitos, collages y cositas escritas.

Otros de mis favoritos son los regalos que salen de mi cocina. Me encanta regalar conservas, pasteles y galletas, pero lo que he visto en muchos sitios y me parece chulísimo son los botes con los ingredientes necesarios para hacer una receta y la receta escrita en la tarjeta que los acompaña. Lo he visto mucho para las galletas, pero puede hacerse también con un guiso o una tarta.

Otra cosa muy chula es un libro con tus recetas. Me parece un regalazo que abuelos y padres pueden hacer a sus nietos e hijos. Todas las recetas familiares, las cosas que siempre se han comido en la familia. Para un hijo que se independiza puede ser un tesoro de valor incalculable.

Hasta aquí mis ideas para regalos diferentes. Cualquiera de ellas me haría superfeliz y creo que no sería la única a la que le pasaría. Quiero que me cuentes qué haces tú y qué ideas tienes, pero antes de eso, déjame acabar con una idea de presentación de este tipo de regalos, porque eso de regalar un vale en un sobre está un poco pasado de moda y podemos hacerlo mejor.

Presentación de los regalos

Si vas a regalar un vale por algo, mi idea es siempre poner algo más. Volvamos a nuestros ejemplos… ¿Regalas un taller de cerámica? Pues ata tu vale a unas herramientas de ceramista. ¿Un curso de jardinería? El vale en un delantal de jardinero o atado a una macetita con una flor o a unos sobres de semillas. ¿Clases de italiano? El vale en una caja de pasta fresca. ¿Entradas para el cine? El vale en una caja de palomitas. ¿Un curso de cocina? El vale atado a unas cucharas de palo.

Si vas a hacer algún regalo hecho a mano, no olvides reutilizar lo que tengas en casa (bolsas, papel de regalo, cajas). Unas hojas de papel normales se pueden estampar con patatas (y tienes una actividad para hacer con los niños) antes de envolver los regalos. Átalos con lana. Si son cosas pequeñas, mételas en botes de cristal. O usa la técnica del furoshiki y envuelve los regalos con un pañuelo o un trapo de cocina. Que no se te cuele ningún plástico, ni un mísero trocito de cinta adhesiva.

Y ahora sí que lo dejo. Espero que te hayan gustado las ideas y que me cuentes las tuyas. Hay gente que hace regalos absolutamente maravillosos y, si es tu caso, me encantaría que me lo contaras.

Por si no nos leemos antes… ¡Muy felices fiestas! Cuídate mucho y no bajes la guardia estos días, pero disfruta mucho de saber que hay gente que te quiere y a la que tú quieres, porque al final eso es lo más importante.

Foto de David-Olivier Gascon para Unsplash

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6 Comments
  • Nerea
    Posted at 09:42h, 21 diciembre Responder

    Muchas gracias por las ideas. En casa también practicamos desde hace años lo de regalar durante el año, en navidad/cumples no hacíamos regalos hasta el año pasado, que mi hija ya se enteraba de las cosas y tuvimos que poner árbol (no había puesto uno en la vida) y regalos… aquí en Navarra por partida doble (Olentzero y Reyes) así que imagina los restos que dejamos…
    Una tradición que teníamos en la familia cuando era pequeña y que me encantaba era que hacíamos una gimkana o búsqueda del tesoro para encontrar el regalo en plan «la siguiente pista está en la cosa gris que te compraste en un viaje muy especial» por ejemplo, y ahí encontrabas otra nota con otra pista y así hasta que encontrabas el regalo, que podía ser una piruleta, perfectamente, con dos regalos hacías la mañana y pasábamos un rato juntos.

    • Paula
      Posted at 09:45h, 21 diciembre Responder

      Ah, cuando yo era pequeña también hacíamos búsquedas del tesoro con pistas. Especialmente entre mi hermano y yo. Y me encantaban. El año pasado estuvieron aquí mis primos de Uruguay para mi cumpleaños y me hicieron eso mismo. Me trajeron unas lanas, pero me hicieron un montón de pistas con dibujitos de mis sobrinas 🙂

  • Beatriceworkshop
    Posted at 10:16h, 21 diciembre Responder

    Me ha encantado el post, en mi familia también nos regalamos cultura, entradas a conciertos, cine, teatro o viajes incluso cenas o estancia etc… yo soy de tejer para la familia y si usamos papel luego lo reciclamos para hacer collages etc… solo celebramos papá Noel por nuestra cultura así q nos hacemos un solo regalo por persona intentamos q sea sorpresa y así es como lo celebramos!

    • Paula
      Posted at 11:57h, 21 diciembre Responder

      A mí me cuesta un poco porque a mi madre le encanta hacer muchos regalos. Pero cada vez más prefiero este tipo de cosas porque creo que al final son las que más disfrutas. Especialmente si son para pasar tiempo juntos.

  • gemma
    Posted at 19:00h, 21 diciembre Responder

    Me ha encantado. Yo solo hubiera añadido un «regalar de segunda mano» que es algo que nos cuesta, pero cuantas cosas tenemos a las que no damos uso y que sabemos que el vecino, primo, amigo utilizaría mucho más?
    A veces ni siquiera necesitan una buena cap de pintura o un tuneo, hay cosas que estan mejor que nuevas.

    • Paula
      Posted at 21:01h, 14 enero Responder

      Toda la razón, superbuena idea 🙂 Necesitamos más circulación de objetos… y más tiendas de segunda mano!

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