Patrón cestas de trapillo

11 Abr Patrón cestas de trapillo

No me puedo mover. Me duelen los brazos cosa mala. Ayer mi profe de box-karate decidió enseñarnos las técnicas de codos (porque el lunes nos pusimos pesados y le dijimos que no las hacíamos nunca). Me lo pasé muy bien, eso sí, pero el resultado fueron dos codos hinchados y esta mañana unas agujetas brutales en los hombros. Así que parezco una agüela…

Y como buena agüela que soy (y como os lo debía!), aquí os dejo el patrón de la cesta de ganchillo. Voy a intentar hacer un patrón que se pueda adaptar a cualquier medida que queráis para vuestra cesta. Como a veces me explico como un libro cerrado, si tenéis cualquier duda, ya sabéis, me pegáis un toque y me lo decís, a ver si os lo puedo aclarar.

Después de la cesta de la habitación de los pompones empecé a pensar en hacer otra para mostraros todo el proceso, y al acabar la metí debajo de la máquina de coser para guardar todos los retales y retalillos que me sobran de las costuras. Antes estaban en una bolsa de tela y era un follón cada vez que buscaba algo… Os lo cuento únicamente porque ya sabéis que si no le encuentro la utilidad a las cosas, me vuelvo loca.

En fin, vamos allá!

Lo primero que tenéis que hacer es tres cadenetas y un punto deslizado (o enano) en la primera cadeneta. Si os va el anillo mágico, también podéis hacerlo, pero a mí no me acaba de gustar y me da pereza, así que siempre empiezo con tres cadenetas.

El punto deslizado consiste en meter la aguja en el punto, pasar hebra y con esa hebra cerrar el punto. Así conseguimos que no abulte, ni suba, de ahí el nombre «enano».

Las tres cadenetas y el punto enano dejan un agujerito en el medio, ahí es donde tenéis que hacer los puntos. Hacéis una cadeneta para subir un poco y luego hacéis puntos bajos. Podéis hacer seis, nueve o doce puntos bajos, como vosotros queráis. Yo hice nueve, porque con seis me quedaba un poco corta y doce no me cabían.

¿Cómo se hacen los puntos bajos en el agujero? Pues metéis la aguja por el agujero, sacáis hebra (dos anillos en la aguja). Volvéis a pasar hebra y cerráis los dos anillos.

Cuando acabéis los puntos bajos, unidlos al primer punto con un punto deslizado (o enano). Es decir, vamos a cerrar todas las vueltas.

En la segunda vuelta hacemos dos puntos bajos en cada punto. Así que duplicaremos la cantidad de puntos que teníamos. Cuando acabéis la vuelta, cerrad con un punto deslizado.

Para la tercera vuelta volvemos a hacer una cadeneta para subir. Luego
hacemos un punto bajo en el primer punto y dos puntos bajos en el
segundo. Repetimos un punto/dos puntos en toda la vuelta y cerramos con
un punto deslizado.

En la cuarta vuelta volvemos a hacer una cadeneta y luego hacemos un punto bajo en cada uno de los dos puntos siguientes y dos puntos bajos en el tercer punto. Cerramos con un punto deslizado.

Supongo que ya empezáis a ver el patrón, ¿no?

En la quinta vuelta, hacemos tres puntos bajos en cada uno de los tres puntos siguientes y dos puntos bajos en el cuarto punto. Cerramos con un punto deslizado.

Podéis continuar así todas las vueltas que queráis. Estáis haciendo la base de vuestra cesta, así que vosotros sabréis mejor que nadie el tamaño que queréis que tenga. Lo único que tenéis que tener en cuenta es que en cada vuelta añadimos un punto más antes del punto doble.

Cuando ya tengáis una base del tamaño que queréis, tenéis que hacer una vuelta de un punto bajo en cada punto. Pero para marcar mejor la base de la cesta, en lugar de coger el punto entero, vamos a coger solo la hebra trasera del punto.

Damos una vuelta entera y cerramos con un punto deslizado.

Para empezar a subir las paredes de nuestra cesta, solo hay que tejer un punto bajo en cada punto y cerrar cada vuelta con un punto enano.

Para darle la forma redondeada y hacer que la boca sea un poco más pequeña que la base, lo que yo hago es comerme un punto al cerrar cada vuelta. Es decir, cuando llego al último punto y tengo que hacer el punto enano en el primer punto, dejo sin tejer ese último punto. No se nota (mucho), porque la cadeneta que hemos hecho antes nos ayuda a rellenar el espacio.

Hacéis todas las vueltas que queráis hasta que vuestra cesta tenga la altura deseada y luego solo tenéis que cerrar. ¿A que es fácil? Para guiaros, os diré que mi cesta tiene unas diez vueltas de altura.

Y aquí la tenéis en todo su esplendor, bajo la máquina de coser (y junto a la camarera azul, envidiosos ;^P)