Monstruos verdes

05 Feb Monstruos verdes

Me gusta la fruta. Me encanta la fruta. El problema es que también me gusta el chocolate, y a diferencia de la fruta, no hay que lavarlo, pelarlo y cortarlo a trocitos, sino que viene cómodamente envuelto en pequeñas porciones. Lo mismo pasa con la Nutella: abrir, sumergir cuchara y disfrutar. Win.

Así que desde que empecé a ver los green smoothies dando vueltas por internet, estuve convencida de que algún día los probaría. Pero algún día. Porque cuando te dicen que tienes que mezclar espinacas con plátano y yogur… bueno, vamos, que a lo mejor está que te mueres, pero así, sin anestesia, suena un poco asqueroso. ¿O no?

Hasta que llegué al blog de esta chica. Que claro, te dice que ha adelgazado 25 kilos y se ha quitado el asma y el síndrome de fatiga crónica bebiendo cosas de estas y te da esperanza. Luego lees la letra pequeña y ves que también se ha vuelto vegana y ya no te gusta tanto. Como carnívora practicante y piscívora en ciernes, eso de volverme vegana no entra en mis planes, así que es una suerte que solo tenga que perder 10 kilos y no 25. A lo mejor para eso no hace falta dejar los productos animales.

En fin, que después de que me presentaran los monstruitos verdes como la panacea para estar delgada, guapa y sana, jo, lo único que podía hacer era probarlos. Porque aunque adelgacen un montón, si saben a coles de bruselas lo tenemos fatal para incluirlos en nuestra dieta.

¿El veredicto? No están mal. No diría que son una pasada de buenos y que me voy a hacer adicta, pero puede ser que pruebe diferentes recetas y les dé una oportunidad. Desde luego no son tan asquerosillos como parece. Yo solo he probado dos recetas, por el momento, y creo que no se nota demasiado el gusto verde. Más bien parece un batido de frutas al uso. Eso sí, voy a probar versiones saladas que tienen que ser la bomba.

Os dejo las dos recetas que he probado hasta ahora. Por cierto, el truco para que estén buenos de verdad es básicamente uno: frío. Poned hielo o congelad los ingredientes, porque el cambio es dramático, de verdad, palabra de girl scout.

1 naranja pelada y sin semillas
medio plátano troceado
seis fresas
2 buenos puñados de espinacas
1 yogur natural (casero!)
hielo

Lo metéis todo en la batidora y lo trituráis hasta que tenga consistencia de batido. Si ponéis los ingredientes más pesados encima, conseguiréis que empujen las espinacas hacia abajo y que todo se triture mejor. Encontré la receta aquí, pero a mí no me quedó tan verde, la fresas me lo hicieron un poco más marrón. Tiene mucho gusto a plátano y a yogur, aroma de fresas y realmente las espinacas no se notan.

1 manzana (se puede hacer con pera)
2 buenos puñados de espinaca
1 limón
el zumo de una naranja
un pellizco de jengibre
un trozo de plátano

Igual que antes, trituráis hasta que esté bebible. Este es el de las fotos. Se notan el jengibre y la manzana y aquí un poco más las espinacas, pero no es desagradable, de verdad. Es un pelín ácido y picante, así que creo que va a ser uno de mis favoritos. La receta la cogí de aquí.

En principio podéis sustituir las espinacas por el «verde» que queráis. Por lo que he visto se hacen mucho con col de invierno también. Y hay gente que les añade avena, mantequilla de cacahuete y cosas similares. Yo por el momento he empezado con fruta y verdura y ya os contaré.

¿Qué? ¿Os atrevéis a probarlo o habéis dejado de leer al principio del post y pensáis que soy una friki mayúscula?