Seis y seis

22 Feb Seis y seis

Hace unos cuántos meses os conté que el tiempo volaba y que el pompón mayor se había convertido en un niño con aficiones y personalidad. Quedan apenas un par de horas de día 22 y el tiempo vuelve a escaparse entre los dedos.

Mis dos pompones peques hoy tienen seis años. ¡Seis! Hace seis años justos descansábamos en el hospital, incrédulos, de repente familia numerosa. Hace seis años y siete meses que el pomelo y yo miramos la pantallita de la consulta del médico y vimos (al menos yo vi, al pomelo le costó más hacerse a la idea) que en lugar de tener un garbanzo nadando en líquido amniótico, tenía dos.

Hace seis años y cuatro meses que supimos que iban a ser un pompón y una pompona y soñamos a quién se parecerían y cómo serían. Nos equivocamos. Y me encanta que lo hiciésemos, porque todos los días nos sorprenden.

Si aquel año os enseñé unas banderolas, este no voy a ser menos. Esta vez son recicladas.

Os cuento. La pompona tenía un dosel Fabler, de Ikea. Lo tuvo alrededor de su cama muchos meses, pero la tela de malla pronto empezó a llenarse de agujeros.

Me daba pena tirarlo, porque me encanta, pero tampoco podía arreglarlo o remendarlo. Así que saqué mi… «seam ripper»… aquello que se usa para deshacer costuras. ¿Alguna costurera en la sala?

Bueno, eso, saqué esa herramienta y con mucha paciencia deshice todo el dosel. Separé todas las banderitas, saqué el aro que había dentro de la tela (y lo guardé para alguna manualidad) y guardé la tela de malla, que ya me servirá para algo.

Luego hice lo de siempre (perdonad que no tenga fotos del proceso, ¡me olvidé!), unirlas con bias dejando un par de dedos de separación entre banderolas. Una costura rápida y ya está. Nuevas banderolas perpetuas para todas las celebraciones que tengamos a partir de ahora.

Muchas felicidades, pompón y pompona. Hacéis nuestra vida mucho más feliz.