11 May Una cojinera
Una de las cosas que siempre me ha fascinado es la costura. Me alucina que la gente pueda cortar, coser y dar forma a mil cosas, y me encanta pasear por los blogs de diferentes costureras (y costureros!) que muestran al mundo sus habilidades.
Yo no soy muy mañosa cosiendo, creo que es porque no tengo mucha paciencia y se me hace cuesta arriba todo el proceso de las medidas, el corte, el planchado, los puntos, los acabados… Sin embargo lo intento todo lo que puedo, porque me gusta y me relaja. Y a veces, solo a veces, hago algún proyecto útil que realmente es una mejora para la casa o para el vestuario de algún pompón (voy dominando los remiendos ;^)).
Uno de esos proyectos fue una funda para los cojines del sofá, que tenían esta pinta:
El sol los había desteñido bastante, y la convivencia con tres pompones y los numerosos lavados los habían dejado un poco mustios y vacíos. Así que me puse como objetivo repararlos para que volvieran a ser cómodos y útiles.
Primero les saqué la funda, abrí la costura del cojín en sí y lo rellené un poco con relleno de espuma, del típico para muñecos. Cerré la costura con la máquina de coser.
Entonces tomé las medidas. Mi cojín hace 40×40 cm, pero podéis hacer la cojinera de la medida que queráis. Tenéis que cortar la tela según las medidas, añadiendo unos dos centímetros a cada lado para la costura. Para el ancho, entonces, serían 40 + 2 + 2 = 44 centímetros. El largo es un poco más complicado. Como nuestra funda no va a tener cremallera, ni botones, ni nada, vamos a tener que solapar la tela para crear un bolsillo. Así que estamos hablando de dos veces el ancho del cojín (para que la tela le dé la vuelta) y un poco más para la solapa. En mi caso, (40 x 2) + 20 = 100, 1 m de largo.
Cortáis la tela y, si no sois como yo y queréis un acabado profesional, la plancháis.
Entonces hay que hacer un dobladillo en las dos puntas (los bordes más cortos). Nuevamente, si queréis un acabado profesional, para hacer el dobladillo lo mejor es doblar dos veces, dejando la parte cortada dentro, para que no se vea. Pero yo solo hice un doblez, planché y cosí.
Después solo tenéis que extender la tela y doblarla por la parte más larga dos veces, para que se solapen. La longitud total tiene que ser la de vuestro cojín, en mi caso, 40 centímetros. Primero así:
Y después el segundo lado así:
En esta foto veréis cómo se solapan:
Como veis, mi tela era exactamente igual de un lado y del otro, pero si trabajáis con una tela que tenga derecho y revés, no olvidéis que lo que tenéis que ver es el revés, es decir, la cara que no se va a ver.
Cuando ya tenéis la tela solapada, solo tenéis que coser los lados largos (aunque ahora tenéis que tener un cuadrado perfecto). Una vez cosidos, os quedará un bolsillo, así:
Solo tenéis que darle la vuelta y meter vuestro cojín dentro. Y voilà.
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