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Cestas de papel

Cestas de papel


Continuamos con las manualidades de Halloween, aunque la que os traigo hoy no es exclusivamente Halloweenera, sino que se puede hacer en cualquier momento, con materiales muy fáciles de encontrar por casa. Pero antes… ¿Os gusta la foto? Son algunas de las decoraciones que hicimos para estos días. El bote de ojos me encanta ;^) Compre el bote con tapa (que me pareció precioso) en un bazar (de los que antes eran «todo a 100»). Iba lleno de velas de olor. Lo vacié, lo lavé y le puse los ojos comprados en una tienda de caramelos. El bote pequeño tiene caramelos naranja y negros y le hice un sombrero con un círculo de loneta naranja al que le pinté una telaraña (ya os dije que a dibujar eso llego) y le cosí un bies alrededor del borde. Lo até con una cinta naranja y ya está. Detrás de ambos botes, se vislumbra nuestra manualidad de hoy:


Es muy chula y muy fácil de hacer, y los niños la llenaron de castañas del parque que tienen cerca de la escuela. Sólo necesitáis papel (puede ser de cualquier tipo, pero yo usé exclusivamente de seda), cola blanca, pinceles, agua y un cuenco que os sirva de molde.

Para empezar, repartí entre los pompones varias hojas de papel de seda de distintos colores y tijeras. La única consigna era que tenían que cortar trocitos medianos, que fueran fáciles de manejar. Les puse diferentes cuencos para repartir el papel cortado y les dejé un rato para que soltaran su gen destructor. Esa parte les gustó mucho.


Cuando ya teníamos los papeles troceados, hice una mezcla al 50% de cola y agua. Mezclé bien y les di un pincel a cada uno. Y les di a cada uno un cuenco forrado con paple de plata para que el papel no se pegara al cuenco (no sé si el papel de plata es la mejor opción, porque realmente se pega. Creo que la próxima vez probaré con film tranparente de cocina o algo así.).

¡Y a trabajar! Con un pincel, fueron humedeciendo los papeles y cubriendo completamente el cuenco. Hay que tener cuidado, porque hay que dar varias capas, y los pompones tienen tendencia a creer que con una capa rápida basta ;^)


Después de varias capas y mucho trabajo, el cuenco ya estaba listo. Sólo hacía falta dejarlo secar unas cuantas horas, hasta el día siguiente.


Y ya está. Se aparta con cuidado el papel de plata del cuenco y se despega con mucha paciencia del cuenco de papel. Y ya se pueden rellenar con cualquier tesoro que tengan los niños. Nosotros los rellenamos con bombones en forma de fantasma y calabaza…

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