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Nada en la nevera: pieles de patata fritas

Nada en la nevera: pieles de patata fritas

La verdad es que he dejado de pelar las verduras. Sí, patatas y zanahorias incluidas. Me he comprado un cepillito de madera que vive junto al grifo de la cocina y cuando me pongo a cocinar le doy un buen cepillado a todo y lo cocino con piel. No es que le tenga manía al pelador, es que me parece un desperdicio innecesario (salvo que usemos las pieles para hacer caldo de restos, claro) y un ejercicio muy cansino cuando no tengo al pomelo a mano para hacer el trabajo duro.

Peeeero, sí que es verdad que de vez en cuando hay que pelar las patatas queramos o no. Sea para hacer un puré blanco o porque tenemos invitados maniáticos (o porque somos tiquismiquis nosotros mismos), a veces no hay más remedio que crear una montaña de pequeñas láminas de piel de patata que nos miran un poco desafiantes desde el mármol de la cocina.
Hace un par de meses probé a hacer algo que mi padre había hecho varias veces cuando yo era pequeña: chips de piel de patata.
Fueron un éxito rotundo en casa y desde entonces las hemos estado repitiendo, perfeccionando y afinando cada vez que las hacemos. Y hoy te voy a contar todos los trucos.
Ya, ya sé que no estoy inventando la rueda, pero es increíble como a veces tiramos a la basura comida en perfecto estado como esta, ¿no?

Pieles de patata fritas


Lo primero y principal es limpiar a conciencia las patatas. Lo dicho, un cepillito (puedes usar un cepillo de dientes viejo o el de un hotel) y mucha paciencia para quitar toda la tierra de las patatas. Si, como yo, eres sensible a los brotes y los agujeros, aprovecha para quitar cualquier parte de la patata que no te guste.
Pela la patata como lo haces normalmente. El mejor resultado es con un pelapatatas de aquellos que hacen láminas finísimas.
Ahora viene la parte importante: congela las pieles de patata en una superficie plana, separadas unas de otras. Como son tan finas tardan muy poquito en congelarse, unos minutos. Cuando ya estén firmes, frías y no tengan ninguna humedad al tacto, las puedes pasar a una bolsa o un bote de cristal.
El mejor resultado se consigue si las pieles se congelan del todo, un día como mínimo. Nosotros las dejamos hasta el siguiente aperitivo o partido del Barça.
Luego solo tienes que calentar una buena cantidad de aceite y freír las pieles en tandas. Se hacen muy rápido porque soy muy finas y quedan bastante crujientes.
No las saques todas del congelador, solo las necesarias para cada tanda. Cuanto más contraste térmico hay, mejor quedan.

Una vez fritas, espolvoreas sal y las especias que quieras (en casa nos gustan el pimentón y la pimienta) y las sirves calentitas.

Me encanta que mi bolsa de basura orgánica quede prácticamente vacía, ¿a ti no? Sigo haciendo pruebas y a la caza de recetas para esta sección. ¿Hay algo que siempre tiras y te da pena? ¿Algo que quieras aprovechar pero no sabes cómo? ¿Tienes una receta brutal de aprovechamiento y quieres venirte un día a hacer un guest post? ¡Déjame un comentario!

6 Comments
  • MyLittleDolçCorner
    Posted at 08:45h, 09 septiembre Responder

    Ains quins records m'ha portat aquesta recepta. El meu avi em va ensenyar a pelar les patates ben fines i d'una sola vegada (es a dir, sense que es trenqués la pell fins al final) i mentrestant ho feia m'explicava com a la guerra fregien i es menjaven les peles de les patates com si fos un plat exquisit

    Molt ingeniós el post i molt ben explicat

    Un Petó

    • Paula
      Posted at 15:46h, 09 septiembre Responder

      En realitat són un plat força exquisit! I cada vegada veig més bars pijos que fan les patates fregides amb pell. Queden boníssimes, de veritat, tenen un gust una mica més profund que les patates normals. A casa, arrassen.

  • remorada
    Posted at 10:17h, 09 septiembre Responder

    qué deli! me has recordado a mi abuela, que hervía la cáscara de la piña o la de manzana, con canela (a veces también con clavo), lo dejaba enfriar, a veces le ponía limón y/o azúcar y teníamos refresco para la hora de comer.

    claro, te hablo de la ciudad en que el agua no se bebe, se usa solo para la ducha (con suerte xDDD)

    • Paula
      Posted at 15:48h, 09 septiembre Responder

      ¡Me encanta! No se me habría ocurrido nunca… Yo siempre dejo la piel de la piña en la frutería, pero creo que la próxima vez me la llevo puesta para probar esa receta, porque me parece la bomba.

      Buf, yo podría vivir en Lima, entonces. Me tengo que obligar a beber agua, porque si hay cualquier alternativa fresquita en la nevera… agua para los peces.

  • Maria Inés Bacigalupo
    Posted at 17:07h, 09 septiembre Responder

    Bueno yo también hago lo mismo con las papas !! No se me había ocurrido hacerlas fritas buen consejo me gusto . Yo lo que aprovechó son las cáscaras de la banana o plátano las hiervo y hago un fertilizante para las plantas , utilizó el agua después de hervirlas por 15 minutos y me ha dado resultado floreció enseguida !!

    • Paula
      Posted at 17:47h, 09 septiembre Responder

      Ah, ese me gusta! Las cáscaras de plátano siempre me dan mucha pena… ¡no sabía que eran un buen fertilizante! Me lo apunto y lo voy a probar en mi huerto urbano. ¡Muchas gracias!

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