12 Mar Máquina de coser restaurada
Os presento a una amiga. Una amiga que todavía no he podido poner en marcha, mind you, pero amiga al fin y al cabo.
Mi amor por las máquinas de coser es cada vez más grande y más incondicional. Ahora que el pomelo no me oye voy a admitir que incluso aunque no me gustara nada coser, estos aparatos me seguirían pareciendo una belleza y seguramente los tendría en casa para decorar sin más. Me chiflan en los escaparates y me encantan en los catálogos y en cualquier casa antigua que se precie.
La historia de esta en cuestión es muy curiosa. Hace unos meses mi suegra me mandó un mensaje. Había encontrado un anuncio de venta de una máquina de coser en un periódico del pueblo. «¿Te puede interesar?» me decía. Fue amor a primera vista. Así que mi suegra negoció el precio y fue a probarla con una vecina que cose como los ángeles. Julia, la vecina, dio su aprobación y la máquina cambió de manos. Pero justo antes de que se la llevaran, en su charla con el vendedor, ocurrió la magia esa típica de los pueblos. Porque la máquina había dado algunas vueltas, pero en algún momento de su vida había sido de un tío del pomelo que era sastre. Y a mí, que ya sabéis que no conservo casi nada de mi familia, eso me hizo una ilusión especial, porque era la confirmación de que esta máquina tenía que venir a parar a mi casa.
Conservaba todos los detalles. En el cajoncito estaban las instrucciones originales con su guía de puntos, pero además había herramientas, agujas de recambio y hasta hilos.
Eso sí, la mesa de la máquina era fea. No, no, era peor que fea:
Pero yo estaba enamorada y las posibilidades me parecían infinitas, así que decidí liarme con un proyecto de estos de bricolaje para patosos, y me fui de okupa al garaje de mi suegra.
Lo primero que hicimos fue limpiarlo todo muy bien. Veréis que uso un plural mayestático:
Limpiamos todo con agua y jabón y luego con una buena capa de desengrasante. Podéis usar productos comerciales típicos o limpiar con disolvente y alcohol.
Yo tenía la esperanza de poder hacer un apaño con la máquina montada, pero tuve que desmontar todas las piezas (muchas piezas) y sacar varias fotos para acordarme de la posición de las cosas.
El pie de la mesa es de hierro y estaba perfecto. Lo desmonté del todo y lo pinté con pintura en aerosol de la que imita el hierro forjado. Tuve que darle un par de capas para que cubriera bien y gasté dos aerosoles enteros, para que os hagáis una idea.
Luego llegó una de mis fases favoritas, el lijado.
Empezamos tímidamente con los cantos. En la foto podéis ver la diferencia del color de la madera.
Arrancamos el trocito de fórmica que cubría el ángulo de la parte delantera de la mesa y lijamos bien. Ahí la madera era bonita, como listonada. Lijamos bien la parte de debajo de la mesa.
Cuando ya lo tuvimos todo bien lijado, el tono de la madera había bajado muchísimo y era más suave, pero aún así le di una capa de pintura rebajada con agua, como hicimos para la mesa del despacho. Mezclamos una cantidad igual de agua y de pintura blanca y la aplicamos con una gasa. Solo una capa, para dejar la madera un poco más pálida.
Luego barnizamos bien. Últimamente uso este bariz súper resistente, que me encanta.
Y ya solo nos quedaba la parte de arriba.
Apliqué una imprimación de base, porque la pintura no cubre bien la fórmica. Y luego le di dos capas de esmalte al agua blanco. También podría haberlo pintado con chalk paint, por ejemplo.
Para terminar, di un par de capas de barniz y ya está.
No puedo estar más orgullosa ni más contenta. Cuando hicimos las obras y tuve claro que me iba a quedar sin rincón de costura (barra ganchillo, barra biblioteca, barra cuarto para todo, barra basurero de la casa) empecé a hiperventilar. No sabía muy bien dónde iba a poder hacer mis proyectos, ni dónde iban a parar todas las cosas que tenía embutidas en el estudio. Pero ahora, a falta de arreglar un cable del motor de esta máquina y de comprarme una silla que sea cómoda y bonita, tengo un pequeño rincón de nuestra habitación habilitado como puesto de mando para la dominación mundial. Y ya estoy ideando mis primeros planes.
María R.
Posted at 07:35h, 12 marzo¿Y a eso le llamas bricolaje para patosos? Si te ha quedado estupenda! Yo no soy capaz de hacer eso ni en broma. Me encantan cada vez más las máquinas antiguas. Te has montado un rinconcito precioso.
Un besote.
Paula
Posted at 07:59h, 13 marzoTotalmente para patosos, porque vamos aprendiendo a salto de mata según la necesidad 🙂 Yo también creo que me ha quedado estupenda. Por lo menos estoy súper enamorada de ella. Ahora tengo que conseguir que funcione y encontrar ratillos para ponerme a coser! Besos mil!
Paula
Posted at 08:01h, 13 marzoTotalmente para patosos, porque vamos aprendiendo a salto de mata según la necesidad 🙂 Yo también creo que me ha quedado estupenda. Por lo menos estoy súper enamorada de ella. Ahora tengo que conseguir que funcione y encontrar ratillos para ponerme a coser! Besos mil!
Pilar
Posted at 08:35h, 12 marzoQué chulada de máquina!! Mi cuñada tiene una parecida y no veas el trote que aguanta, así que tú con la tuya fijo que dominas el mundo (porque el bricolaje desde luego lo dominas). Besotes!!
Paula
Posted at 08:01h, 13 marzoSí, me han hablado muy bien de estas máquinas, así que estoy súper contenta. Ahora solo me queda ultimar mis planes de dominación mundial y ya está. Un beso gordo!
sonietaSun
Posted at 08:55h, 12 marzoque guay!!!
avui he somiat amb tu… jajja
Paula
Posted at 08:02h, 13 marzoOstres! Quin somni taaaan bonic, no? 😛 Un petonàs, guapa.
Isla Sandía
Posted at 09:05h, 12 marzoOoooooooooh! Bravo!
Paula
Posted at 08:02h, 13 marzoGracias, preciosa 😉
Marta
Posted at 09:45h, 12 marzoAlaaa!! Menuda transformación! Te ha quedado preciosísima!!
Paula
Posted at 08:03h, 13 marzo¿Verdad que sí? Estoy súper contenta. A veces me la quedo mirando solo porque me parece súper estética 😀 Muchos besos!
MyLittleDolçCorner
Posted at 09:59h, 12 marzoQuè monada! jo també sòc una boja de les màquines de cosir antigues i dels telèfons. Tindria tota la casa plena si poguès. M'agrada llegir que no estic sola en la meva bogeria.
Un petó
Paula
Posted at 08:18h, 13 marzoUi, jo crec que en som unes quantes!! Però és que les coses antigues són boniques i prou. Necessitem una excursió a Mercantic però ja, eh?
Wasel Wasel
Posted at 10:09h, 12 marzoGuauuuu, menuda diferencia O_O Así está mucho mejor, no me importaría nada tener una así en casa, jajaja.
Paula
Posted at 08:19h, 13 marzoGracias! Yo también creo que así está mucho más bonita. De hecho, estoy en fase de primer enamoramiento 😉 A ver si ahora afianzo la relación y le saco partido. Un beso!
La modista de Atenea
Posted at 11:39h, 12 marzoFlechazo!! me encanta, y pensar todas las manos que han pasado por ella…
qué manos tienes, hija, me quedo con la boca abierta!
besos
Diana
Paula
Posted at 08:37h, 13 marzo¿Verdad? Cuando tienen historia y la puedes conocer un poco las cosas son mucho más bonitas 🙂 Besitos!
Ariadna Martinez
Posted at 14:18h, 12 marzoHa quedat perfecte, et portaré la meva perquè l'hi facis un d'aquests "birco para patosos" ;P
Paula
Posted at 08:37h, 13 marzoQuan vulguis! M'anirà bé fer projectes que no siguin per casa meva, perquè ja no m'hi cap res més XD
Mabel
Posted at 17:45h, 12 marzoAixò li dius bricolatge per patosos? cada dia que llegeixo el teu bloc em sorprenc més…ets una super manetes! I és molt bonic agafar una cosa amb tanta història com una màquina de cosir i donar-li una nova vida!
m'encanta el teu "puesto de mando para la dominación mundial" , esperant els teus nous plans estratègics de domini!
Una abraçada
http://aventuresidesventuresdels30.blogspot.com.es/
Paula
Posted at 08:48h, 13 marzoSí, sí, bricolage para patosos perquè vaig aprenent al mateix temps que vaig publicant. De fet, el blog em serveix d'excusa per aprendre totes les coses que tinc ganes de saber 🙂
I ja estic polint els detallets de la dominació mundial. En qualsevol moment ens hi posem!
Charo Murciano
Posted at 22:10h, 12 marzoEres la leche!!!! Fenómena!!!
Paula
Posted at 08:50h, 13 marzoGracias, preciosa! Un besote!
Anónimo
Posted at 18:36h, 14 marzoLa máquina es una preciosidad (y con historia además, doblemente preciosa!) y la mesa ha quedado estupenda!
Yo tengo en casa de mi madre la máquina que fue de mi bisabuela y de mi abuela y estoy deseando echar raíces definitivas para podérmela traer 🙂
Paula
Posted at 00:00h, 16 marzoEs que son súper bonitas, no se puede evitar. Yo la miro y me quedo embobada y mira que es industrial, es decir, no es de aquellas clásicas hermosísimas… Estoy muy impaciente por ver la de tu bisabuela! Seguro que es una maravilla. Un besote!