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Cosas que he aprendido de mi viaje a Argentina y Uruguay

Cosas que he aprendido de mi viaje a Argentina y Uruguay

Buenos días! Es un decir, porque volver a casa y a trabajar después de tres semanas de calor y relajación hacen la entrada a la rutina cualquier cosa menos buena. Así que aquí estoy, resfriada, con dolor de cabeza y espalda y alguna molestia en las articulaciones, cosa que augura la típica gripe de enero. ¿Soy yo la única que la sufre? Seguro que no, seguro que nos pasa a todos después de tanto exceso navideño.

En fin, que hemos vuelto. Estamos aquí, listos para empezar un nuevo año con muchas, muchas ganas de aventura. Esperamos que vosotros tengáis las pilas cargadas también después del parón.

Habrá crónica interminable llena de fotos, lo prometo, pero por el momento solo quiero dejaros una lista de cosas que he aprendido de este viaje, uno de los mejores que he hecho, que he disfrutado al máximo.

  • En el asiento trasero de un coche SIEMPRE cabe una persona más.
  • Hay familia-familia y hay familia que no es familia, pero como si lo fuera. La quieres igual, la echas de menos igual y te la comerías a besos igual.
  • Mis primos tienen un gusto excelente para elegir pareja.
  • Un beso y un abrazo son la mejor manera de saludar a alguien: te sientes muy querido.
  • Las horas y los minutos son un concepto elástico para los ríoplatenses. Nunca quedes a una hora determinada con ellos. (O cómo a la fiesta del pomelo llegaron todos una hora después que el sorprendido.)
  • Existen calles llamadas Porongos y Blandengues. No tengo fotos para documentarlo, por desgracia, pero podéis consultar Google Maps.
  • El sonido de los tambores estalla dentro del pecho y te calienta el alma. No sé explicarlo con palabras.
  • Con una parrillada de carne para dos personas comen cinco. No pidáis nunca dos o alimentaréis al perro con morcillas dulces.
  • El español neutro no existe y además es una porquería. Ver CSI doblado con ese invento causa urticarias varias en diversas zonas del cuerpo.
  • Los bizcochos de membrillo deberían ser patrimonio de la humanidad. Los alfajores también. Y el bife de chorizo necesita un monumento. Pero mi plato favorito FOREVER son las empanadas.
  • La gente entra y sale de las casas. De todas, la suya también. Hay reuniones improvisadas en cualquier momento de la tarde. El mejor lugar para hacerlas: un par de sillas en la calle. Solo hace falta un mate para que la felicidad sea completa.
  • El hielo hace un ruido impresionante al romperse y caer al agua. Ya sé que lo dice todo el mundo, pero es bastante curioso.
  • En la Patagonia no existe el verano. Y después de oír el viento en El Chaltén no pienso volver a quejarme de nuestras «brisas» mediterráneas.
  • Aunque nos digan que el español y el uruguayo son la misma lengua, son idiomas diferentes. Los chupacirios que están en el horno con un porongo en la mano lo confirmarían sin dudarlo.
  • Las calles montevideanas mantienen el nombre aunque cambien de dirección varias veces. Por eso puedes caminar el línea recta y cruzar la misma calle hasta tres veces.
  • Pasan cuatro años o diez, pero es como si no pasara ninguno. No sé si eso es cariño verdadero o poca memoria, pero es de lo más bonito que he vivido.
  • El agua de los glaciares se tiene que mirar con gafas de sol. Nunca vi un color tan turquesa, ninguna foto puede hacerle justicia.

  • Hay catalanes en todas partes, incluso viviendo en el culo del mundo. Eso sí, como los catalanes somos como somos, no nos decimos nada aunque nos oigamos hablar el mismo idioma, no vaya a ser que nos molestemos.
  • La mostaza blanca de La Pasiva es insuperable.
  • Por favor, que alguna marca de refrescos saque algún pomelo. Me puse hasta el culo de bebidas de pomelo y vi hasta tres tipos diferentes de fruta en el mercado. El paraíso de los buenos pomeleros.

  • Las olas del Atlántico-Río de la Plata las carga el diablo. Y esto lo he metido aquí porque tenía que restregaros de algún modo que he estado en la playa. Y que mi rojo gamba se ha convertido en algo parecido a un bronceado si me miráis de refilón.
  • La lana uruguaya es la mejor del mundo y la más bonita. He visto montones de madejas y de bobinas que me han hecho desear poder traerme 100 kilos en la maleta en lugar de 23.
  • Montevideo es un catálogo callejero de arquitectura. Paseando por todos los barrios descubres casa (y digo casas porque es lo que hay en general en la ciudad) de cualquier estilo del siglo XX y te quedas con la boca abierta.
  • Whatsapp hace pequeño el mundo, así que pienso aprovecharlo al máximo a partir de ahora. Avisados estáis.

Poco más puedo decir hoy, que todavía estoy de resaca y de jet lag. Lo más bonito de este viaje no ha sido el glaciar, ni el desierto, ni ver guanacos saltando o ñandús corriendo, no han sido los tambores ni las vedettes encima de sus tacones infinitos, no. Ha sido ver a toda la gente que quiero, que queremos mucho y que echamos de menos todos los días. Ha sido sentarme sin nada más que hacer a jugar a un juego de mesa con mis tíos y mis primos, o a compartir unos bizcochos y unos mates una tarde de lluvia. Ha sido vivir unos días una vida cotidiana diferente, hermosa, que voy a atesorar en la mente y en el alma toda la vida. Ha sido compartir las fiestas con la otra parte de la familia, conocer a mis sobrinos (que me han robado el corazón para siempre) y vivir lo bueno y lo malo que no podemos vivir todos los días.

En fin, ha sido un viaje mágico. Así que va a costar reajustarse a la realidad (especialmente a la realidad que implica levantarse pronto y sentarse a trabajar) pero le vamos a poner ganas. Porque nos estamos preparando para alguna visita que llegará el año que viene…

Venga, vamos a pillar el ritmo, ¿no? ¿Qué me contáis vosotros? ¿Qué habéis hecho estos días?

37 Comments
  • Patrizia
    Posted at 07:52h, 14 enero Responder

    Ufff, cuánta información, necesito un rato para procesarla! Pero la impresión general que sí ha quedado clara es que ha sido un viaje genial y que realmente por allá la gente es una mezcla de españoles, italianos y autóctonos (si es que queda alguno) y de ahí todo lo que cuentas: el jaleíllo, la fiesta, la improvisación, las comilonas, el besuqueo… ¿Y dices que encontrásteis catalanes? Yo pensaba que lo que más había eran gallegos ;)… Ahora toca la vuelta a la rutina, imagino el choque. Pues ánimo y al ataque.
    P.S. Sin ánimo de molestar… ¿la dieta? P.P.S. ¿Qué es un porongo, poddiós?

    • Paula
      Posted at 08:42h, 14 enero Responder

      En realidad son como una gran familia siciliana, la gente aparece, entra, sale, comenta, charla… Es como una peli de los hermanos Marx. A mí me encanta, qué quieres que te diga.

      Encontramos catalanes en El Chaltén, cerca de El Calafate, en el sur de Argentina. No sé cuántos habitantes tiene el pueblo, pero deben de ser 100 casas más o menos y en una ondeaba una bandera catalana. Era una tienda y entramos… el dueño hablaba catalán con su hijo, nosotros hacíamos lo mismo con los pompones, pero más allá de una inclinación de cabeza para demostrar que nos habíamos oído… Contraste brutal con los ríoplatenses!

      He engordado dos kilos. Hoy vuelvo a la dietista. Pero estoy contenta, pensaba que iba a ser peor. Vuelvo a la Gran D con un objetivo claro de 5-6 kilos más y basta.

      El porongo es un mate, un tipo de calabaza hueca para poner la yerba. Pero en femenino es una palabrota. :^)

  • Marta G.G.
    Posted at 08:49h, 14 enero Responder

    He ido viendo tus fotos tus Instagram y me ha encantado tu viaje. Y ahora que reúnes aquí tus principales impresiones, me gusta mucho más…

    • Paula
      Posted at 09:28h, 14 enero Responder

      Ah, ha sido un viaje precioso, no nos podemos quejar. Ha sido una mezcla perfecta, porque hemos conocido sitios nuevos y también hemos podido disfrutar de Montevideo, que conocemos bien, pero que siempre nos sorprende porque tiene un nuevo rincón o una nueva experiencia preparada. Ahora estamos agotados, como después de cualquier buen viaje.

  • misperendengues
    Posted at 09:15h, 14 enero Responder

    Qué ganas de viajar!! La Patagonia es uno de los viajes de mi vida (pendiente por hacer, claro). Me alegro de que lo hayas disfrutado, a pesar de la pena de no tenerlos cerca físicamente. Pero hay distancias mucho peores que ésa. A los asturianos nos pasa lo contrario: ye oír el acento o una palabra y para allá vamos, jaja. Un besote de lo más gordote.

    • Paula
      Posted at 09:31h, 14 enero Responder

      Buf, nos hemos quedado con ganas de más Patagonia. Hay que hacer toda la ruta 40 de arriba abajo y disfrutar de todos los paisajes y de las mil sorpresas que guarda en cada rincón. Nosotros hemos vuelto con ese viaje en la lista de lugares pendientes, con eso te lo digo todo.

      Jajajaja! No, los catalanes no nos decimos nada por no molestar. Somos un poco rancios en ese aspecto. Nos miramos y nos sonreímos y hala, cada uno por su lado…

      Besos mil!

    • misperendengues
      Posted at 09:15h, 19 enero Responder

      Experiencias así te hacen pensar en lo grande que es el mundo y lo pequeños que somos nosotros…

    • Paula
      Posted at 01:27h, 20 enero Responder

      Muy, muy grande. Y siempre queda algo nuevo por explorar, conocer y descubrir. Hay que tomárselo como un reto, ¿no? El mundo está lleno de rincones preciosos y hay que soñar con verlos todos alguna vez!

    • misperendengues
      Posted at 09:30h, 20 enero Responder

      Sí, como un reto y con tranquilidad, que al menos yo hay tanto que quiero conocer que necesito unas cuantas vidas… o mucho dinero para dedicarme exclusivamente a viajar, jaja

    • Paula
      Posted at 08:18h, 21 enero Responder

      Ah, siempre se puede soñar… Yo creo que llegará el momento en el que viajemos mucho, no me estreso. Y todos los años intento ir al menos a un sitio en el que no he estado nunca, aunque sea aquí mismo…

    • misperendengues
      Posted at 07:35h, 22 enero Responder

      En eso coincido contigo, todos los años conocer algún sitio nuevo, o redescubrirlo, que cerca de casa también hay lugares increíbles. Muaks!

    • Paula
      Posted at 08:39h, 22 enero Responder

      Por ejemplo, yo no conozco Asturias y es algo que tengo que remediar ;^)

    • misperendengues
      Posted at 08:44h, 22 enero Responder

      Pues ya estás tardando…

  • tess soap
    Posted at 10:02h, 14 enero Responder

    Hola guapa!

    Qué bueno leerte de nuevo y qué envidia, esta de la sana eh?, me das. Me alegro tanto que lo hayas pasado bien!!

    Mira que sois especialitos los catalanes, y lo digo sin ánimo de ofender, ya lo sabes, vivo con uno, pero vamos, yo escucho mi acento en el culo del mundo y me falta sitio para salir corriendo, ay omá como somos!!!

    Pues nada, que espero que no sea muy dura la vuelta, te lo dice una que aun no ha tenido fuerzas para retomar el blog.

    Besos

    • Paula
      Posted at 10:34h, 16 enero Responder

      Jajaja! Los catalanes somos así, qué le vamos a hacer. Nos miramos y nos sonreímos y ya. Somos unos rancios! Es un contraste brutal con mi madre, que cada vez que oye a un argentino o un uruguayo le cuenta la historia de su vida.

      Un triunfo los zapatos, de verdad. Un beso gordo, gordo!

  • Eva Macià
    Posted at 12:55h, 14 enero Responder

    Ahhh pero que súper envidia te tengo!!! jaja, un post genial con unos detalles diferentes que hacen que te vengan ganas de irte para allá (que unas pocas ya tenía eh!!??) un beso!

    • Paula
      Posted at 10:43h, 16 enero Responder

      Yo no soy muy imparcial, pero vale mucho la pena ir para allá, porque aunque parece algo muy cercano, muy parecido a lo nuestro, lo cierto es que hay muchísimas diferencias y todas geniales… No te lo pierdas cuando puedas!

  • Gaby Spano
    Posted at 15:07h, 14 enero Responder

    Lo explicaste a la perfección,el candombe se toca y se BAILA c el alma.. Borocoto, chas, chas!!( Cuando yo descubrí el candombe supe lo uruguayyyyyya que era!!) Un beso!

    • Paula
      Posted at 18:32h, 16 enero Responder

      Ah, me lo dijo mi tía. Me dijo que ella sentía algo en el pecho que no podía explicar y a mí me pasó igual… Te estalla, es brutal. Besos mil, preciosa!

  • Clementina
    Posted at 16:22h, 14 enero Responder

    Wow me has dejado con la piel de pollo !!!! es tan mágico siempre que uno viaja, que las emociones son continuas y a veces da la impresión que te va a dar un infarto.
    Bienvenida al frio !!! y me alegro que hayas disfrutado a full del viaje.
    Seeee las bebidas de pomelo son lo más !
    Un besi

    • Paula
      Posted at 19:43h, 16 enero Responder

      Sí, es increíble. Vas preparada, pero luego ahí es una pasada, todo muy concentrado y todo muy rápido y te parece que el corazón te va a estallar.

      Y sí, de vuelta al frío. Parece más frío en contraste, así que estoy venga preparar sopas y guisos. Y algún pastelito para los pompones.

      Pomelo forever, qué rico que es el Paso de los Toros…

      Besos mil!

  • Cecilia
    Posted at 17:16h, 14 enero Responder

    Què lindo Pau todo lo que escribìs porque es puro sentimiento. A nosotros también nos ha encantado compartir con ustedes, la alegría y brillo en los ojos de los tres pompones, a cual mas bello, tengo guardada las sonrisas y risas de ellos y las caritas con sus expresiones también. La charla con ustedes también, tu abrazo, todo vivido desde el corazón. La vida son momentos y lo único que perdura son los recuerdos de lo vivido en nuestra alma, por eso cuando uno disfruta intensamente cada momento que vive, eso queda atesorado para siempre. Despuès de cada viaje uno ya no es nunca mas el mismo y es muy hermoso que lo que se llevaron de aquí sean esos sentimientos tan bellos de todo el cariño recibido. Abrazo grande y buena vida para los 5 en esta vuelta a lo cotidiano por allì. Tìa Cecilia.

    • Paula
      Posted at 22:14h, 16 enero Responder

      Gracias, tía. Sí, para nosotros ha sido una experiencia única y eso se nos nota. Han sido unos días muy intensos que no vamos a olvidar. Un beso muy grande!

  • Isla Sandía
    Posted at 10:17h, 15 enero Responder

    Bienvenida! Cuántas palabras que no conozco! Eso me encanta de los viajes, descubrir cosas nuevas!

    • Paula
      Posted at 22:15h, 16 enero Responder

      Eso y comer es lo mejor de viajar :^) Ni te imaginas cómo habla la pompona estos días, nos morimos de la risa.

  • Dolç Corner
    Posted at 09:43h, 16 enero Responder

    Benvinguts!! Qué mono de viaje que me ha entrado. Como me he reído con lo de los Catalanes, más razón que una Santa tienes, es cierto que hacemos eso, somos raritos, ¿eh?

    Un beso.

    Xènia

    • Paula
      Posted at 22:16h, 16 enero Responder

      Jajajaja! Sí! Salí de la tienda del catalán del fin del mundo con una sonrisa, porque los dos nos miramos, nos sonreímos y nada, como si fuera lo más normal del mundo escuchar catalán en la Patagonia. :^)

  • sonietaSun
    Posted at 15:35h, 16 enero Responder

    me parece que no podré asimilar una ampliación de este "resumen"!!!!
    pero esto qué es!!!

    la envidia me va a corroer durante todo el año!!! jajjajajjja
    en serio estoy muy contenta que hayais vuelto (por la parte que me toca de tenerte cerca) que el viaje haya sido tan fantástico y de que seas mi amiga

    un besazo

    ps. yo no le diria nada a un catalán a la otra punta del mundo, máximo eso de sonreirse… pero alguien de mi familia política (que también es catalán) le pegaría un rollo que no veas…
    jajjajaj

    • Paula
      Posted at 22:17h, 16 enero Responder

      Bueno, siempre tiene que haber excepciones que confirmen la regla, ¿no?

      Yo también me alegro de que seas mi amiga, guapa. Me voy a dormir con el ego por ahí arriba…

      Nos vemos prontito, ¿no?

  • Sònia de Entre Harinas
    Posted at 15:43h, 16 enero Responder

    Welcome! Madre mía me muero de envidia, pero no de la sana, de la que corroe…aggg. Cuánto me alegro de que hayáis disfrutado tanto del viaje. Menuda experiencia. Por suerte con Instagram y FB te hemos podido ir siguiendo el rastro. Es cierto lo que dices de los catalanes 🙂 Yo siempre dirijo una sonrisa de complicidad pero no emito palabra. Es como un código secreto e inconsciente que llevamos en la sangre. Sólo en Castilla y León me paraba gente catalana que vivía allí para hablar. Pero creo que estaban ya desesperados los pobres. Pues nada, te deseo un dulce retorno. Que no sea muy duro. Yo esta semana que viene me he cogido fiesta por el morro. Besitos

    • Paula
      Posted at 22:19h, 16 enero Responder

      Ah, pues si tienes fiesta y yo me puedo organizar, podríamos vernos un día para desayunar o tomar un café a media mañana, ¿no? Lo hablamos…

      Besos!

    • Sònia Layola
      Posted at 07:34h, 17 enero Responder

      Pues sí claro, me encantaría. Dime cuándo te va bien y ya está. Besos!

    • Paula
      Posted at 12:32h, 17 enero Responder

      T'envio mail…

  • Barbara M.
    Posted at 08:11h, 17 enero Responder

    Qué buen regustillo tiene este viaje.
    La Patagonia… *insertar suspiro aquí*

    • Paula
      Posted at 12:31h, 17 enero Responder

      No te haces una idea de los suspiros que nos trajimos y de cómo fantaseamos el pomelo y yo sobre hacer la ruta 40 entera en dos o tres meses sabáticos…

  • ander
    Posted at 11:22h, 17 enero Responder

    Per fi trobo algú que m’entén. Quan vaig a Argentina no paro de beure refrescos de “Pomelo Rosado”. No sé com aquí això no existeix. Hauríem de fer una societat tu i jo, jajajaja!!!

    • Paula
      Posted at 12:32h, 17 enero Responder

      Ai, sí! Me n'he fet un fart, són boníssims. No hi ha manera de superar-los. Fem una recollida de firmes?

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