Welcome

We are creative.

Follow us

Pastel de manzana individual

Pastel de manzana individual

Mi post de hoy está gafado. O a lo mejor no. Porque he tenido que hacer dos veces el pastel de manzana y os habéis perdido unas primeras fotos absolutamente espectaculares de mi máquina para pelar manzanas en acción. Vamos, se las ha perdido el universo entero porque las he hecho SIN tarjeta en la cámara. Oh yeah. Cuando he ido a sacar la tarjeta para compartir mis fotazas con todos vosotros he descubierto que la cámara estaba más vacía que mi monedero a estas alturas de mes. Y mi monedero está muy vacío.

Pero por otro lado, eso me ha permitido VOLVER a hacer este pastel y VOLVER a hacer una cata para hacer una foto y para comprobar que la masa y el relleno se pueden usar después de unas horas dando vueltas por la nevera. Y hacerlo sin sentirme casi culpable.

Así que no sé si es que el pastel está gafado o que mi subconsciente ha decidido que necesitaba doble ración para enfrentarme a estos últimos días de histerismo prefestivo y prisas por todas partes. Lo único que sé es que he comido mucho, mucho pastel de manzana y que mi casa huele a manzana, canela y mantequilla. Así que no me puedo quejar.

Y también sé que he decidido que este sea el postre de Nochebuena que me ha tocado hacer a mí. Servido tibio y con una bolita de helado de vainilla que se deshaga lentamente. Aix. Creo que me voy a hacer una ración extra, porque ya estoy salivando.

La gracia principal de este pastel (que yo he hecho de manzana, pero podéis hacer en la versión que queráis) es que se hornea en un bote de cristal y puede serviros de regalito para vecinos, amigos o parientes con un lazo bonito y una ramita de abeto. Y lo podéis regalar congelado, crudo o cocido, como vosotros queráis y como os parezca que más le puede gustar a vuestro regalado.

Es otro de esos regalos handmade que podéis hacer en un rato (e incluso a último momento) y convertir en un detallazo para un amigo. Además, lo más probable es que tengáis casi todos los ingredientes en casa.

Para crear mi pastel he usado una mezcla de esta receta y esta otra, os cuento cómo. Necesitáis:

-350 gramos de harina
-3/4 taza de azúcar
-Un pellizco de sal
-250 gramos de mantequilla fría
-Un chorro de agua fría

-4-5 manzanas
-1/4 o 1/2 taza de azúcar
-3 cucharadas de harina
-Un pellizco de canela

Primero hay que hacer la masa. Mezclad la harina con el azúcar y la sal y deshaced con paciencia (o un buen robot de cocina) la mantequilla en la mezcla, trabajando con ganas hasta que parezca pan rallado.

Añadid entonces el agua muy lentamente. Ojo, porque el agua que necesitáis depende de la humedad de vuestra casa, de vuestra harina y de lo deshecha que esté la mantequilla. Yo usé apenas un chorrito, tres o cuatro cucharadas de agua, y con eso la mezcla ya se me unió perfectamente. Id probando poco a poco, que siempre estáis a tiempo de poner más. Si os pasáis, añadid un poco de harina.

La masa resultante no se pega a las manos (con esa cantidad industrial de mantequilla es imposible que se pegue) y es muy blanda y suave. Se rompe con facilidad y es difícil de trabajar. Si la extendéis sobre el mármol poned bastante harina porque en el mármol sí que se pega.

Separadla en porciones. La cantidad de masa que hemos hecho da para cinco botes grandes como este y para unos ocho o diez botes más pequeñitos (que este es enorme!). Formad una bola con cada porción y aplanadla un poco. Guardad las porciones en forma de disco en la nevera, dentro de un recipiente hermético, mientras hacéis el relleno.

Pelad las manzanas, sacadles el corazón y cortad la pulpa en discos muy finos o dados pequeños. Con las pieles, los corazones y los pedacitos que estén feos podéis hacer un vinagre. No os puedo enseñar mi máquina en acción porque no tengo más manzanas, pero saca un finísimo hilo de piel de manzana, descorazona y corta en discos finos, todo al mismo tiempo. Y es súper bonita, no me digáis que no.

Añadid el azúcar, más o menos según lo dulces que sean vuestras manzanas y según lo dulce que os guste el pastel. Añadid también la harina para espesar el líquido que van a crear la manzana y el azúcar al calentarse y que no se escape de la masa. Y sazonad con un poco (o un mucho) de canela.

Dejad reposar el relleno a temperatura ambiente mientras sacáis las porciones de masa de la nevera una por una.

Trabajad cada porción de masa con el rodillo. Pensad que necesitáis dos discos: uno más grande para forrar el interior del bote y otro más pequeño para usar como tapa. Separad la masa en esas porciones y trabajadla con el rodillo.

Para forrar el bote, lo mejor es enmantecarlo primero. Ya sé que entonces la cantidad de mantequilla se dispara, pero un día es un día 🙂 Untadlo bien con la mantequilla y colocad el disco grande de masa con mucho cuidado, apretando con los dedos para que quede bien fijo y para reparar cualquier agujero que se haga. El bote que yo he escogido es bastante poco práctico porque tiene las paredes curvadas, mejor usar un bote más recto.

Con mucho cuidado, meted varias cucharadas de mezcla de manzana en el hueco. Pensad que es mejor que quede a tope, a punto de explotar, porque cuando empiece a cocerse va a quedarse en la mitad de volumen. Así que sed muy generosos.

Estirad la masa restante para hacer la tapa. Es importante hacerle un agujerito para que pueda salir el vapor y el pastel no nos explote en el horno, así que podéis usar un cortapastas y hacerle una forma bonita. Y la forma que os queda (en mi caso una estrella) se puede grabar con la inicial o el nombre del regalado y hornearse también un ratito para usarla como etiqueta.

Poned la tapa de masa, presionad bien en las esquinas para sellar, y colocad el pastel en el horno a unos 180 grados. Tarda un poco en hacerse, una media hora o cuarenta minutos. Ojo, no os dejéis la banda de goma del bote de cristal puesta, porque se quema. Sacadla y hornead el recipiente abierto.

Cuando esté dorado, sacad vuestro pastel y decoradlo. Ponedle una cinta bonita y ya está, ya tenéis regalo homemade y rico, rico, rico, para las personas importantes de vuestra vida.

Este pastel es bueno, bueno porque además se puede hacer por adelantado y congelar. Podéis congelarlo montado en sus botecitos de cristal o podéis congelar masa y relleno por separado y después descongelar y montar el pastel. Si congeláis en los botes de cristal, descongelad antes de meter en el horno, que ya sabéis que el cristal no tolera muy bien los cambios de temperatura muy bruscos.

Ya me contaréis si lo hacéis, o si hacéis alguna variación a la receta. Yo he hecho bizcochos también en botes de cristal y salen perfectos y a la gente le encantan. Experimentad, que no hay nada más bonito que recibir un regalo así.

10 Comments
  • Pilar
    Posted at 09:40h, 22 diciembre Responder

    Qué chulada esto de hacer cosas comestibles en botes!! A ver si me atrevo a hacerlo, aunque yo soy muy torpe con la repostería… Besotes!!

    • Paula
      Posted at 10:17h, 22 diciembre Responder

      Que no, que da miedo pero es súper fácil y queda muy chulo. Anímate! Un beso enorme!

  • Wasel Wasel
    Posted at 14:54h, 22 diciembre Responder

    Pues no tenía ni idea de que se pudiera hornear algo dentro de un tarro de cristal, y que no se rompa, claro O_O

    La verdad es que menuda pintaza tiene la tarta, mmmmm.

    • Paula
      Posted at 10:35h, 23 diciembre Responder

      Pues sí que se puede, a mí también me sorprendió mucho. Hay que tener cuidado y no crear cambios de temperatura muy bruscos (por ejemplo, de congelado a 180 grados), pero yo lo he metido frío de la nevera al horno precalentado y no he tenido ningún problema.

      Y sí, ESTABA riquísima.

  • Mian Vich Homs
    Posted at 10:09h, 28 diciembre Responder

    Osti nena quan vegi això ma mare…!!! Aquest any ha fet unes tasses de galeta que aluciflipes!

    • Paula
      Posted at 22:21h, 28 diciembre Responder

      La teva mare em sembla que seria un bon fitxatge per fer-nos un post convidat de tant en tant, és una crac! Ensenya-li, que això és fàcil, vistós i boníssim… Petonàs i bon any!

  • María José
    Posted at 20:26h, 28 diciembre Responder

    Paula m'acabes de crear una necessitat. Fins aquí arriba l'oloreta mmmm…

    • Paula
      Posted at 22:22h, 28 diciembre Responder

      Els vaig fer per Nadal, servits amb una boleta de gelat de vainilla que es va anar desfent… Mortals. Espectaculars. Això sí, amb la quantitat de mantega que porten, després s'ha de sortir a córrer sí o sí! Bon any, bonica!

  • Roser
    Posted at 08:39h, 30 diciembre Responder

    Mmmmmmhhhhhh!!! quina pinta! 😛

    • Paula
      Posted at 12:27h, 05 enero Responder

      Boníssim, ja t'ho dic ara… Ah, i el meu xino de confiança també té els potets monos del teu lemon curd!

Post A Reply to Paula Cancel Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.